jueves, 14 de octubre de 2010

SOBREVIVIR EN LA CIUDAD por Soledad Gallardo

Veo acercarse a una señora de esmerado aspecto a una ventanilla de consultas en un hospital madrileño. Ella pregunta si allí se realizan los electroencefalogramas. Entonces
una voz le responde que tiene que...dirigirse a otro edificio del mismo centro. Después
de dar las gracias, la supuesta paciente no se marcha de allí como era previsible sino que se sienta sonriendo al fondo de esta misma sala donde otras cuantas mujeres, como yo, resoplan y se quejan de puro aburrimiento. Al cabo de un rato, el azar me lleva a sentarme junto a la señora que me había llamado la atención. Ella me confiesa divertida que está encantada de poder esperar allí la caída de ese sol abrasador de julio. Había preguntado por no refugiarse en el mismo sitio de días anteriores; “ las salas de espera son tan parecidas…” añade. Dormía en la calle, bueno, en un portal de la Castellana.


Soledad participa en el blog colectivo "Los relatos más relamidos"

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