NADA QUE PERDER
Algunos lloran, otros ríen, pero en realidad están todos llorando a su manera.
Esta vez la inmensa ola que ha sacudido la embarcación no se me ha llevado por delante. Esta vez. La vida que me espera al otro lado del Estrecho me anima a asirme con más fuerza a la barcaza. Yo no lloro, sonrío cada vez que... sobrevivo a una embestida. Deje atrás el infierno, morir es lo de menos. Ahí viene otra.
Cierto que seguimos con el pendiente de eliminar tanto infortunio.
ResponderEliminarDebemos influir sobre quienes causan el problema para que aporten soluciones al tamaño del mismo.
Entiendo que hay un grupo que ha tenido reuniones con quienes tienen más poder económico para que dinamicen la inversion mundialmente y se deje atrás la mentalidad esclavista.