Abrió la nevera, apenas quedaban un par de yogures de caducidad dudosa, una manzana con la piel arrugada, una zanahoria ennegrecida y un trozo de pepino envuelto en plástico de conserva. Abrió el armario, solamente quedaban galletas digestivas.
- ¡Grrrrr, no tengo nada para comer! - proclamó colérico.
Dos mil kilómetros más abajo, una niña infusiona una raíz y un boniato. Hoy está contenta, hoy podrá cenar de verdad...
Dos mil kilómetros más abajo, una niña infusiona una raíz y un boniato. Hoy está contenta, hoy podrá cenar de verdad...
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